Eugenia Aguas cumple 69 años, el mismo día en que se celebra el Día de la Madre Tierra, ella cuenta que nació en un establo, cuando sus padres se trasladaron a Cerro Gato en la isla San Cristóbal para trabajar la tierra de su finca, quizás por eso, su conexión con el entorno que brindan las islas Galápagos y con la producción agroecológica, es aún mayor.
“Mi finca es lo que más amo, usted donde se para mira el azul del mar, las olas blancas; es una maravilla, los animalitos, es una grandeza… mi finca es todo, por eso digo -no me voy nunca de mi finca-. Estoy en todas partes, voy a ver a los chanchos, a las gallinas, a cosechar, a sembrar, no paro. Siempre digo -esto es lo que debemos incentivar a los jóvenes, mis nietos ya producen también-“.
Orgullosa cuenta que fue una de las socias fundadoras de la feria Consumamos lo nuestro, que se realiza todos los sábados en el barrio Algarrobos. Ella ha participado en las Escuelas de Agroecología que implementa el proyecto El Futuro de la Alimentación, en San Cristóbal, con las que se acompaña a las productoras y los productores en la transición a una agricultura que no dependa de plaguicidas y fertilizantes tóxicos, porque en Galápagos, la agricultura debe ser una aliada de la conservación.
Hoy, la feria Consumamos lo nuestro homenajeó a la Madre Tierra con la construcción de una cruz andina, con los productos que ofrecen las fincas participantes. Para Eugenia fue un día muy bonito, que pone de relieve la importancia de la producción local de alimentos. Esta producción que cuida del ambiente, entrega alimentos sanos a la población de San Cristóbal, a las propias familias de los productores y productoras y la venta de productos, que brinda ingresos adecuados a los feriantes. Eugenia vendió casi todo lo que llevó para sus consumidores: queso, huevos, verdes, guineos, limones y muchos productos más. Estas ventas le sirven para invertir nuevamente en su finca.
Hoy la Madre Tierra recibió de los feriantes un agradecimiento porque les permite producir los mejores alimentos para San Cristóbal. Por eso, no hay opción ¡compra siempre productos locales!