En el día mundial de la alimentación Heifer Ecuador destaca la necesidad de trabajar con las comunidades y pequeños productores agrícolas, campesinos e indígenas, como una forma sustentable y soberana de garantizar una alimentación sana y saludable para toda la población ecuatoriana. Ésta es una estrategia fundamental, además, para superar la pobreza y la desigualdad.Sobre la situación de la alimentación en el mundo hay que mencionar que paradójicamente, hoy, son los productores de alimentos quienes más padecen de hambre. Tres cuartas partes de quienes no tienen suficiente alimento son indígenas, campesinos y trabajadores rurales, los mismos que producen la comida para la mayoría de la población.En Ecuador esta situación se expresa en las siguientes cifras: casi el 56% de los agricultores ecuatorianos son pequeños productores (indígenas y campesinos); en la población indígena la desnutrición crónica (retardo en talla) llega al 42.3%, cuando la media nacional es de 25.3% en el 2012.Las formas de producir y consumir los alimentos a gran escala han llevado a los pequeños productores a la adopción de modelos de monocultivo, baja rentabilidad por la venta de sus productos, venta y no consumo de sus propios productos y la pérdida de la cultura alimenticia local.En este contexto Heifer Ecuador subraya la preocupación de que junto a la pérdida de producción agrícola local hay una pérdida de cultura. Por esta razón realizamos acciones orientadas a: apoyar una mayor y más diversa producción agrícola de indígenas y campesinos; recuperar prácticas locales y circuitos creativos de los pueblos, como por ejemplo los saberes del cuidado, siembra y conservación de las semillas; incentivar el consumo de la comida propia de cada ecosistema; motivar la preparación tradicional de alimentos y experimentar con nuevas recetas; y recuperar los conocimientos sobre las formas en que nutren y sanan los alimentos.Es así que implementamos, por ejemplo, el proyecto “Saberes y sabores: mejoramiento de productividad y nutrición de familias campesinas, indígenas en las provincias de la sierra centro del Ecuador.” Con éste se ha profundizado el conocimiento sobre nutrición y salud, para mejorar y equilibrar la dieta. Las mujeres y los jóvenes han sido clave en este proceso de empoderamiento.El alimento es cultura, producirlo y consumirlo adecuada y respetuosamente favorecerá a la salud, y además a la protección de la biodiversidad agrícola del mundo y al uso sostenible de los recursos naturales.